Alquiler de coches en el aeropuerto de Madeira Funchal (FNC)

El aeropuerto de Madeira –más conocido como el Aeropuerto de Funchal– es la principal conexión aérea con esta espectacular isla del Atlántico. Situado a unos 16 kilómetros al noreste de Funchal, la capital, se llega al centro en solo 15 minutos en coche, lo que lo convierte en un punto de llegada muy conveniente para los viajeros deseosos de sumergirse en los paisajes y el encanto de la isla. Aunque es de tamaño reducido, el aeropuerto está muy bien equipado. Cuenta con una única terminal con 40 mostradores de facturación, 16 puertas de embarque y 7 cintas de recogida de equipaje. En su interior encontrarás tiendas libres de impuestos, comida local, opciones internacionales, alquiler de coches y Wi-Fi gratuito para mantenerte conectado. Con más de 3 millones de pasajeros al año, es un pilar fundamental para la economía de Madeira, impulsada por el turismo, y conecta la isla con las principales ciudades de Europa y más allá. Puedes encontrar más información en la web oficial del aeropuerto: Aeropuerto de Madeira

¿Aterrizas en el Aeropuerto de Funchal en Madeira y planeas alquilar un coche? La mayoría de los mostradores de alquiler están justo donde los necesitas: en la planta baja de la zona de llegadas, justo antes del control de seguridad. Desde la recogida del equipaje hasta el mostrador hay solo unos pasos, así que todo el proceso es rápido y sin complicaciones. Algunas compañías incluso van un paso más allá y ofrecen un servicio de bienvenida, donde un empleado te recibe personalmente y te acompaña hasta el coche. Otras operan desde las afueras del aeropuerto y proporcionan un breve traslado en lanzadera hasta sus oficinas. Para evitar contratiempos, es recomendable revisar con antelación los detalles de recogida con la empresa de alquiler antes de volar.

Reserva con antelación para conseguir mejores tarifas. En cuanto tengas confirmados tus vuelos a Portugal, no lo dejes para después: reserva tu coche de inmediato. Los precios suben rápidamente y quienes se adelantan no solo consiguen mejores precios, sino también mejores vehículos. El tiempo lo es todo.

Ten cuidado con los costes ocultos. Esa tarifa tan atractiva puede no incluirlo todo. Fíjate bien en posibles cargos extra como tasas de aeropuerto, conductores adicionales o suplementos por ser menor de 25 años. Un vistazo rápido a la letra pequeña puede evitarte una sorpresa cara en el mostrador.

Elige el coche adecuado para las carreteras de Madeira. Madeira no es plana: sus carreteras suben, bajan y serpentean por toda la isla. Un coche pequeño, ágil, con buenos frenos y potencia suficiente es la mejor opción, sobre todo si piensas salir de Funchal.

Revisa bien los límites de kilometraje. ¿Planeas una buena ruta por la isla? Entonces asegúrate de que el alquiler incluye kilometraje ilimitado. Algunas empresas en Portugal todavía aplican límites, así que es mejor confirmar antes de lanzarte a explorar.

Familiarízate con las normas de circulación locales. Las carreteras en Madeira son seguras, pero tienen sus peculiaridades. Límites de velocidad, normas en túneles de montaña o prioridades pueden ser diferentes a lo que estás acostumbrado. Conocer lo básico hará que conducir sea mucho más fácil y sin estrés.

Monte Palace Tropical Garden. Escondido en lo alto de las colinas sobre Funchal, este jardín es pura magia. Imagina estanques llenos de carpas koi, plantas exóticas y esculturas peculiares entre la vegetación. Es un lugar tranquilo, de una belleza salvaje, y se siente como si estuvieras a años luz de la ciudad.

Teleférico do Funchal. Deslízate sobre los tejados en este icónico teleférico y disfruta de vistas inigualables de la capital de Madeira. A medida que asciendes hacia Monte, el Atlántico se despliega detrás de ti y la ciudad se va revelando poco a poco – este paseo es en parte transporte y en parte recuerdo inolvidable.

Mercado dos Lavradores. No es un simple mercado, es un estallido sensorial del alma local de Madeira. Montones de fruta fresca, flores vibrantes y vendedores llenos de vida inundan el ambiente de color y bullicio. Ven con hambre y curiosidad – no saldrás decepcionado.

Monte Toboggan Ride. Un clásico de Funchal que nunca pasa de moda. Súbete a un trineo de mimbre y lánzate calle abajo sobre el asfalto, guiado por dos lugareños con sombreros de paja. Es rápido, divertido y tiene ese toque de locura que lo hace irresistible.

Painted Doors Project. El casco antiguo de Funchal ha convertido sus puertas en lienzos, y el resultado es una exposición de arte callejero llena de encanto. Cada esquina sorprende, cada puerta cuenta una historia – la creatividad de Madeira vive aquí, a flor de piel.

Cabo Girão. A tan solo 20 minutos en coche desde Funchal, Cabo Girão impresiona con su altura vertiginosa y su plataforma de cristal suspendida en el aire. Da un paso, mira hacia abajo y sentirás cómo se acelera tu corazón – es una de las vistas más impactantes de Madeira.

Curral das Freiras (Valle de las Monjas). A solo 30 minutos, este pequeño pueblo escondido parece de otro mundo. Rodeado de picos imponentes, es tranquilo, acogedor y famoso por sus dulces de castaña y la paz absoluta que se respira en la montaña.

Pico do Arieiro. Después de 45 minutos de carretera, estarás por encima de las nubes a 1.818 metros de altura. Los picos esculpidos por el viento se extienden hasta el infinito, y los senderos de montaña se pierden en el cielo – esta es la Madeira más salvaje e impresionante.

São Vicente. En tan solo 50 minutos puedes escapar a São Vicente, donde los acantilados verdes y las cuevas de lava son los protagonistas. Entre el centro volcánico y la capilla en la ladera, este tranquilo pueblo del norte enamora con su ambiente virgen y atemporal.

Porto Moniz. Conduce durante 1 hora y 10 minutos y llegarás a Porto Moniz, donde las piscinas naturales brillan al sol. Formadas por antigua lava y alimentadas por el mar, estas piscinas volcánicas son puro placer en armonía con el océano.